Movilidad eléctrica: ¿Por qué los coches eléctricos no tienen cilindradas?

Cuando hablamos de motores, es común que asociemos la potencia con la cilindrada del motor. La cilindrada es una medida del volumen de los cilindros de un motor de combustión interna, y durante mucho tiempo, ha sido el indicador de la fuerza y ​​el rendimiento de un vehículo. Sin embargo, cuando se trata de la potencia del motor eléctrico, nos encontramos con una peculiaridad: no tiene cilindradas.

¿Por qué estos innovadores vehículos no se adhieren a la norma establecida por los motores de combustión interna? En este artículo, exploraremos en detalle esta cuestión y descubriremos por qué los coches eléctricos no poseen cilindradas.

Acompáñanos en este viaje para comprender la revolución tecnológica que está transformando la industria del automóvil.

El concepto de cilindrada en los vehículos de combustión

Antes de adentrarnos de lleno en el motor de un coche eléctrico, es fundamental entender el concepto de cilindrada y su relevancia en los motores de combustión interna, que han sido la norma durante décadas.

La cilindrada se define como la medida del volumen total de todos los cilindros del motor. Se calcula multiplicando el diámetro del cilindro por la carrera del pistón y por el número de cilindros en el motor.

El diámetro del cilindro se refiere a la distancia entre los centros de los pistones cuando están en la posición más alejada, mientras que la carrera del pistón representa la distancia que recorre el pistón desde el punto muerto superior hasta el punto muerto inferior.

En resumen, la cilindrada se utiliza como un indicador crucial para determinar la potencia y el par motor de un vehículo de combustión interna. A través de esta medida, los ingenieros y amantes de los automóviles han evaluado durante mucho tiempo el rendimiento de un vehículo.

 

Hacia un futuro más sostenible

A pesar de que la motorización eléctrica está comenzando a ocupar una cuota de mercado importante, se enfrenta a algunos desafíos como puede ser la optimización de la autonomía de un coche eléctrico, instalación de puntos de recarga, etc.

A medida que las marcas vayan completando estos desafíos, la tecnología de los motores de coches eléctricos continuará evolucionando, convirtiendo los vehículos en más eficientes, con mayor autonomía y más asequibles, lo que contribuirá a que más usuarios puedan acceder a ellos.